Mostrando entradas con la etiqueta escritor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta escritor. Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de febrero de 2013

La nieve de un triste domingo IV

Buenas a todos!
Seguramente ya debéis conocer esta historia mía  o no pero yo he seguido escribiendo la continuación  porque me gusta como esta yendo el trama. Aunque es una historieta pequeña y muy simple he estado pensando un poquito y lo he alargado un poco. Así que aquí tenéis la cuarta entrega de La Nieve de un triste domingo. Recordad que para enteraos un poco de que va tenéis que leer los otros tres, aunque pensándolo mejor no es necesario.
¡Espero que os guste!

La nieve de un triste domingo IV
Echo de menos oír el canto de los pájaros  echo de menos el ruido que hace el agua correr junto las rocas y también echo de menos a mis padres. Pero ahora sé que nunca más podre recuperar todo eso. Porque yo estoy destinada a fundirme con ese nieve y si soy sincera estoy deseando que así fuera para poder abandonar este vació dentro de mi que me esta matando aun estando  muerta. Al caminar noto en mis pies un enorme peso, como si una pesada cadena me tuviera unida en el suelo, impidiéndome ser libre. Camino arrastrándome y si pudiera notar el dolor, mis pies alderian con lo machacados que estan. El bosque esta muy cerca, lo presiento, al mismo tiempo que presiento que muy pronto me quedaré sin piernas.  
Una vez delante de esos grandes árboles  me detengo a coger un poco de aire, la verdad no lo necesito, pero la costumbre me empuja a hacerlo, y en llenar mis dos pulmones, noto que se me debilita la energía  No volveré a coger aire nunca más.  
Me adentro en el frondoso bosque sin ni siquiera mirar atrás  Ya no había nada que echar de menos. Contemplo las pocas hojas que cuelgan perezosas de los arboles y la blancura de la nieve bajo mis pies. Aquí, la nieve es mucho más blanca y más pura, seguramente es porque nadie se atreve a venir con este tiempo. Si mis padres estuvieran aquí conmigo, me acariciarían el hombro, y riendo me dirían que tenemos el bosque solo para nosotros. Mi padre era un amante de la naturaleza, le gustaba ir a pescar y a cazar y siempre que tenia oportunidad, se ponía a mirar los aburridos documentales sobre animales que ponían en la televisión  Yo nunca antes le encontré sentido a su afición  y siempre que me preguntaba si quería ir a pescar con él, le respondía que no con cara de aburrimiento. Como me arrepiento ahora mismo de haberle dicho eso tantas veces. Si el ladrón no hubiese escogido nuestra casa, si no hubiera llevado una pistola encima o si simplemente no fuera un ladrón, ahora mismo estaría en el sofá jugando con el mobil mientras mi padre mira su documental y mi madre intentando hacer un pastel de chocolate. Daría lo que fuera por retroceder unas horas atrás, y proponer que fuéramos los tres juntos a pasear por el bosque.  
La vida no ofrece segundas oportunidades, no nos permite arrepentirnos o aprender de nuestros errores, en realidad las segundas oportunidades no existen, porque la vida no tiene vuelta atrás y por eso la vida es cruel, tan cruel que el simple echo de pensar en él me entra un dolor enorme en el pecho, pero después de ponerme la mano justo encima de la herida que ya no sangra me doy cuenta, que es mucho más cruel aquél que dispara y mata sin sentir dolor alguno. 

¿Os gustó? ¿Hay alguna falta de ortografía? ¿La continuo? ¡No dudéis en contármelo!

domingo, 9 de diciembre de 2012

Rincón del escritor: La nieve de un triste domingo III



La nieve de un triste domingo III
(Primera parte, segunda parte)
Oír la risa de la gente me duele pero al mismo tiempo me une a este mundo, curvan sus labio y enseñan sus blancos diente, casi parece que los hace más hermosos de los que son realmente. Intento sonreí pero siento que solo estoy haciendo una mueca rara que esta muy lejos de ser una sonrisa. Sé que es falsa por eso no lo intento otra vez. Estoy en la calle principar de mi ciudad, a diferencia de la mía esta hay mucha más gente y hasta algunos bares abiertos. Arrastro mis pies por la nieve y me sorprende que este simple movimiento no haga ningún ruido, la gente que pasaba por mi lado no se molestaba en esquivarme, y por más que intente no chocar con nadie sé que estoy haciendo algo inútil y ridículo. Cuesta acostumbrarse, si te paras a pensarlo bien. ¿Nunca te preguntaste qué harás después de morirte? ¿A quien seguirás una vez seas invisible? O ¿como aguantar esta amargura que se te come aun estando muerta? Yo tampoco lo se, por mala suerte en los 15 años que llevo estudiando nadie me enseñó como comportarme una vez muerta. Me sentía perdida, confusa, desorientada y sin rumbo alguno. La ciudad es el océano y yo el pequeño barco, pobre y podrido que vaga en sus inmensas olas. 
Con mi mente en las nubes esquivo una mujer que venia directamente hacia mi, una vez que pasa de largo me giro a mirarla, parecía casi una super modelo, con un pelo rubio peinado a la perfección y un largo abrigo que le llegaba hasta las rodillas, uno de esos abrigos que nunca me habían quedado bien ami. Llevaba unos tacones que la hacían más alta, comparándome con ella yo parecía un perro callejero y ella toda un Dalmata. Me sorprendo a mi misma pensando en perros, ya que nunca pude tener uno, es una sensación nostálgica que me trae otra lagrima aventurera.

Recuerdo que por una navidad pedí un perro, y la verdad en esa época de la infancia quería y conseguía todo lo que deseaba, pero al memorizar ese recuerdo me di cuenta de que nunca pude tener uno, aunque la verdad nunca me ha importado. 
Miré a la chica hasta perderla de vista y luego baje la mirada hacia mis zapatos, llevaba mis botas preferidas, era de un color gris marrón, y quedaban bien con todo, o eso parecía cuando me miraba en el espejo porque ahora con las manchas de sangre parecen una botas sacadas del vertedero. Llevaba unos simples texano y un abrigo de lana machado y medio estropeado, no creo que ahora mismo tenga la mejor pinta del mundo, pero pensándolo mejor, nadie era capaz de verme. Ni de sentirme, ni de tocarme. Eso me hace sentir sola, como siempre he estado y nunca dejare de estar. Quité esa reflexión de mis pensamientos, nunca fui una chica positiva, y esa era una de mis mayores defectos. 
Dejo de mirar a ese chico que estaba delante de la tienda de video juegos y durante un momento siento ganas de correr, y segundos después no dudo en hacerlo. Me dirijo al bosque, el lugar donde las almas solitarias siempre eran bienvenidas.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Rincón del escritor- Titanic: Rumbo a nuestro universo


¡Hola!
No podía quitarme de la cabeza la idea de escribir sobre esta escena, simplemente me pasó por la cabeza cuando volví a ver la película por cuarta vez. Me pareció una escena preciosa para describir, había tantos sentimientos juntos que me costó incluirlos todos en un mismo texto, no será tan perfecto como la película pero espero que os guste.
Dedicada a los que aun no olvidan esa película.


Titanic: Rumbo a nuestro universo

Cierra los ojos, todo irá bien— me dijo con un susurro. La suavidad de su voz me convenció. Lo percibía tan cerca de mi, su tacto en mi mejilla, su aliento en mi cuello... Nada de esto parecía real pero no me importaba, lo único que deseaba en ese momento era que ese sueño fuera duradero. Y creía que lo era por un momento. Ciérralos Rose, venga, ciérralos, me repetía a mi misma y al final lo hice, aun así con un poco de miedo. 
El viento que venía de América me hacía temblar, si no fuera por Jack, que me sostenía con fuerza, las aguas gélidas de atlántico ya me habrían engullido sin piedad alguna. Cuando subía los que parecían pequeños escalones sentía el ruido del mar y las olas romperse cerca de mi. ¿Si alargo la mano podré rozarlo? ¿Era ese el ruido de la felicidad? Por aquel entonces aun no lo sabia. Aun era una joven en busca de vida y felicidad, aun no conocía el futuro que me esperaba y en mi mente solo habían esperanzas. 
Tuve la sensación de subirme en la cima de la montaña más alta, en la punta del edificio más grande o en el limite del mundo, aunque fuera eso, no me importaba porque tenia a Jack muy cerca, protegiéndome con su calidez, rodeándome con sus brazos, no podía sentirme más inmune al dolor. Jack me levantó suavemente los brazos, noté un pequeño escalofrió recorriendo mi columna vertebral al percibir su tacto. Sentía el viento chocar con fuerza contra mi, sentía el olor del océano, el movimiento de las olas, el bailar de los delfines. Lo sentía a él y su corazón latir al mismo ritmo que el mío. 
Abre los ojos Rose.— Podía verlo. Él y yo. Juntos. Conquistando el mundo, un camino mostrándose delante de mis ojos, todo un universo esperándonos. Mi respiración se detuvió por un momento.¿Era posible tanta inmensidad solo para él y yo? ¿Me lo merecía? Oí a Jack susurrar mi nombre, Rose...Rose...Rose. Volteé mi rostro para verlo, mi mejilla acaricio sus labios por un instante. Ese simple roce, el sencillo echo de saber que esta aquí, conmigo, ya eran suficientes para que alcanzara el cielo. Miré esos ojos de los que tantas veces me enamoraron, cada vez más, cada vez con más intensidad. Hasta que nuestros labios se ajuntaron, deseando hacer realidad ese sueño que teníamos en mente, tentados por todo lo que nos esperaba. Pero ahora. 84 años después, al despertarme y no encontrarle junto a mi lado me hace preguntar si de verdad tanta inmensidad era posible mantenerla para siempre.

¿Os gustó? ¿La película? ¿El texto? ¿Sentiste un escalofrió al ver la escena? 
¡No dudes en contármelo!






domingo, 28 de octubre de 2012

Rincón del escritor: La nieve de un triste domingo II



 La nieve de un triste domingo II
(Primera parte-Aquí)
Me contemplo a mi misma en medio de la nieve, la sangre que salia de mi pecho teñía la blancura de la nieve haciéndola parecer un poco menos pura. Lamenté darme cuenta de que ni muerta podía abandonar este mundo. Ahora era una alma en pena, condenada a vagar eternamente en la soledad. No siento el frío pero aun así noto que mi piel, o lo que fuera que es, congelada. Me encuentro entre el cielo y la tierra, atrapada en medio de dos mundos, seria tan fácil volver con mi cuerpo y luchar otra vez por vivir, pero a estas alturas, mirando mi cuerpo congelándose, prefiero ignorar una segunda oportunidad. Tengo las ideas claras y aunque la tristeza aun domina mi mente siento unas ganas inmensas de salir de aquí, quiero ver el mundo que hay a fuera aunque sea la ultima vez.  
Mis pies aun tocaban al suelo y comencé a andar lentamente hacia dentro, no me había fijado antes pero en el suelo había mucha de mi sangre perdida, que ahora ya no necesitaba. Ahora solo soy un nido de sentimientos dentro de una bolsa transparente que camina sin dejar ninguna huella. Bajo la escala sin el mínimo esfuerzo y llego a un salón que esta echo un desastre. Evito mirar los cuerpos sin vida que están estirados al lado de la mesa. No creo que lo soporte aun siendo un espíritu. Siento ganas de llorar, pero esta vez ya no puedo, las lagrimas ya no se acumularan en mis ojos, ni bajaran lentamente por mi mejilla. Es una sensación rara, sentir nostalgia por echar de menos la vida es un poco raro.  
Salgo a fuera sin ni siquiera abrir la puerta. Todo esta tranquilo, no oigo los gritos de la vecina gritándole a su marido, ni el ladrillo de el perro del vecino de adelante, todos esta quietos como si guardaran un minuto de silencio para este trágico suceso. Pero luego seguirán con sus vidas sin marcha atrás, como si ese minuto no significara nada, ¿pero en realidad tiene que significar algo? Analizo el silencio aquí a fuera y me pregunto si los disparos se podían oír desde aquí, en un domingo como este cualquier ruido era escuchado por los ciudadanos por muy débil que fuera.   
Camino calle abajo sin saber exactamente hacia donde me dirijo. No tenia ningún lugar a donde ir ahora que ni siquiera mi propia alma tiene un hogar. Empieza a nevar otra vez y yo noto como los pequeños copos de nieve atraviesan mi cuerpo provocándome un extraño escalofrió. Alzo la vista y me fijo en el gris del cielo, más allá de las nubes, o más allá del espacio, esta el lugar donde tanto ansío estar ¿estarán mis padres esperándome allí arriba o ellos, al igual que yo vagan por la tierra buscando una escapatoria para no perderse para siempre? Quizás. Cierro los ojos. Solo quizás, no muy lejos de aquí ellos estarán buscándome para llevarme a casa. 









domingo, 7 de octubre de 2012

Rincón del escritor: La nieve de un triste domingo


 La nieve de un triste domingo

Apoyo todo mi cuerpo en la barandilla e intento dar el primer paso. Siento en mis piernas un dolor punzante y en mi pecho un gran agujero, un agujero que sé que no cicatrizara. Subo los escalón con la mano en el pecho, tapándome la herida para que no sangre pero con cada paso que doy la respiración se hace difícil y el sufrimiento aumenta. Me doy cuenta que con cada escalón que subo voy dejando atrás una vida llena de obstáculos, mi vida. Millones de imágenes rondando por mi cabeza sin cesar, haciéndome recordar esos momentos en que desearía volver atrás, pero el dolor es vengativo, el dolor es tan cruel que no me deja verlos con claridad y lo único que hago es abandonarlos. Olvidaros. Una lágrima valiente se escapa de mis ojos antes de subir el ultimo escalón, ahora, delante de mi veo mi habitación, un lugar que lo consideraba mi escondite, un lugar para encerrarme y separarme de ese mundo que hay afuera. Pero esta vez no, no quiero morir en un lugar donde domina la soledad y la tristeza.

Cambio el rumbo de mi camino, y hasta con hacer eso me duele, mis pies se arrastran débilmente sobre el suelo y dejan un rastro de sangre a su paso. Poco a poco voy notando como el frió atraviesa mi piel y llega hasta mis sentidos debilitandome aun más.

Me dirijo hacia al jardín trasero y abro la puerta con lentitud, me sorprende que aun me queden fuerzas para hacerlo, afuera veo la blancura del invierno que cubre cada parte del paisaje, era un blanco tan puro que me hacia sentir en el cielo, quizás era allí donde iré. Una pequeña flor de nieve cae y acaricia mi mejilla, el tacto esta helado pero me trago un gemido de dolor para no romper el silencio de este triste domingo.                                                                                                                          
Levanto la vista y me pregunto a mi misma si podré ser feliz si cierro los ojos por esta vez. Y sin resentimientos me dejo caer en la nieve porque mis piernas ya se cansaron de luchar inútilmente. Me estiro boca arriba y miro el cielo mientras dejo que mi cuerpo se muera lentamente, se que estoy sola, que nadie se dará cuenta de que mi cuerpo moribundo esta aquí pudriéndose hasta un par de semanas, pero no me importa. La muerte era mi única escapatoria y a estas alturas ni tan solo me da miedo. El frió empieza congelándome los dedos y poco a poco va subiendo hasta mis brazos, minutos después ya se había apoderado de todo mi cuerpo. Mantengo mis ojos aun abiertos para llenar mis pulmones por ultima vez. Duele. Y esta vez, cuando cierre los ojos, sé que ya no tendré vuelta atrás.
(Segunda parte Aquí)

lunes, 24 de septiembre de 2012

Rincón del escritor


Malos recuerdos 
Pocas veces nos acordamos de esos momentos felices, porque la mayoría del tiempo esos malos recuerdos los tapan, se hacen invisibles y llegamos a echarlos de menos. 
Nuestras vidas están repletas de malos recuerdos, de esos que te encadenan, te barran el paso y te impiden volar y ser libre, por culpa de ellos nos preguntamos porque esto no puede ser mas fácil. Porque no hay algo que nos ayude a seguir hacia delante. 
Hay veces que sientes que con cada paso que das hacia adelante retrocedes 2 hacia tras, nos sentimos débiles y hasta impotentes, porque los malos recuerdos son eso, solo una barrera en medio del camino que se hace constante. Hay días que se hace difícil de superar y otros que ni tan solo lo intentamos, solo nos quedamos quietos, contemplando nuestra barrera y preguntándonos si lo que hay al otro lado merece la pena. Pero nunca lo sabremos si no la cruzamos. La vida es solo un si o un no, todo se resume en eso, o aciertas o equivocas. Puede que tengamos segundas oportunidades, pero siempre nos acordaremos de esa primera que salio mal. Un simple mal recuerdo perdura eternamente en nuestra mente, y con cada lagrima que se nos cae vuelve a aparecer como una parte de nosotros que nunca debió existir. 
Dicen que con los malos recuerdos te haces fuerte, pero también son los que en momentos te debilitan. Como siempre todo se reduce en cruzar o no esa enorme barrera y seguir con un nuevo camino lleno de obstáculos.


¿Y tu? ¿Qué opinas? ¿Crees que los malos recuerdos son difíciles de superar? ¿Y que aveces se convierte en barreras? ¡No dudes en contármelo! 


jueves, 13 de septiembre de 2012

Rincón del escriptor


Quizás cuando lo leas te quedarás igual, quizás llores, quizás lo entiendes pero solo leerlo y 


dale una oportunidad, recuerda antes de leerlo que muchas personas están pasando por esto, solo 

aunque sea por un segundo intenta ponerte en su piel.

 Estas sentada en tu habitación *puerta cerrada con llave* con una lapicera y un papel en blanco frente tuyo. Tu mano tiembla y las lágrimas caen otra vez, es la tercera vez en una hora. "Para mi familia" escribes en la hoja pero decides que es una mala manera de empezar tu carta, de suicidio. Pruebas de nuevo, una y otra vez pero no sabes como comenzar. Nadie te entiende, nadie entiende lo que estás pasando, estás solo, o al menos eso piensas. A nadie le importa si estás vivo o muerto. Es de noche, te deslizas en la cama; "Adiós" le susurras a la oscuridad. Tomas tu última respiración y acabas con todo. ¿A nadie le importa no?. Bueno te equivocas. Es martes, la mañana siguiente. A las 7:00 tu madre llama a tu puerta; no sabe que no puedes oírla, no sabe que ya te has ido. Golpea unas veces más, como no hay respuesta de tu parte abre la puerta y grita. Se desploma en tu habitación mientras tu padre correa ver que sucede; tus hermanos ya se habían ido al colegio. Tu muy débil madre reúne toda la energía que le queda (la que es prácticamente nada) para caminar hacia tu cama. Se apoya en tu cuerpo muerto, llorando, apretando tu mano, gritando. Tu papá está tratando de mantenerse fuerte pero las lágrimas escapan de sus ojos; llamando al 000 o 911 con su mano izquierda mientras que la otra está en la espalda de tu mamá. Tu madre se culpa a sí misma. Todas esas veces que te dijo ‘no’, todas esas veces que te gritó o te envió a tu habitación por alguna estupidez. Tu padre se culpará a si mismo por no estar cuando le pediste ayuda, por dejar la casa para ir a trabajar por tanto tiempo. ¿A nadie le importa no? 8:34. Golpean la puerta de tu aula, es la directora. Luce más preocupada que nunca. Llama a la profesora a un costado; todos los estudiantes están preocupados: ¿qué está pasando? La directora les cuenta sobre tu suicidio. La chica popular que siempre te llamó gorda y fea ahora está culpando a si misma. El chico que siempre te copiaba la tarea pero te trataba como mierda está culpándose a si mismo. El chico que se sentaba detrás de ti, el que siempre te tiraba cosas durante la clase, está culpándose a si mismo. La profesora se culpa a si misma por todas esas veces que te gritó por olvidarte de hacer la tarea o no escuchar en clase. Las personas están llorando, gritando, en shock, arrepentidos por lo que hicieron. Todos están devastados, incluso los chicos con los que nunca hablaste antes. ¿Todavía a nadie le importas no?. Tus hermanos llegan a casa. Tu madre tiene que decirles que te fuiste, para siempre. Tu hermana menor no importa cuantas veces te haya gritado, dicho que te odiaba o robado tus cosas siempre te amó y te vio como su heroína, su modelo a seguir. Ahora empezó a culparse a si misma; ¿por qué no hice lo que ella me dijo que haga? ¿por qué tomé sus cosas incluso cuando me dijo que no lo haga? Es toda mi culpa. Tu hermano llega a casa, el chico que nunca llora. Está ahora en su cuarto, enojado con si mismo por tu muerte. Todas esas veces que te hizo bromas. Está golpeando la pared, tirando cosas, no sabe como lidiar con el hecho de que te fuiste para siempre. ¿A nadie le importas no? ¿No? Pasó un mes. La puerta de tu habitación estuvo cerrada todo este tiempo. Todo es diferente ahora. Tu hermano tuvo que ser enviado a clases de control de la ira, tu hermanita llora todos los días esperando que vuelvas. La chica popular ahora es anoréxica. El chico que siempre te tiraba cosas dejó el colegio. El chico que copiaba tu tarea ahora se corta.Tu padre tiene depresión, tu madre no duerme por las noches, “es todo su culpa”. Estuvo llorando y gritando cada noche deseando que vuelvas. No saben como lidiar el dolor que están sintiendo. Pero, ¿a nadie le importas, o me equivoco?. Tu madre finalmente decide limpiar tu habitación pero no puede. Se encerró ahí durante dos días para tratar recoger tu ropa, tus cosas. Pero no puede, no puede decirte adiós, no todavía, no ahora. Nunca. Es tu funeral. Es grande, todos vienen. Nadie sabe qué decir, todavía están en shock. La chica hermosa con la gran sonrisa se fue. Todos lloran, todos te extrañan. Todos desean que vuelvas pero no lo harás. ¿Todavía piensas que a nadie le importas? Piensa de nuevo. Incluso si la gente no lo demuestra, les importas, ellos te aman. Si te suicidas hoy, detiene tu dolor, pero lastima a todos los que te conocen por el resto de sus vidas. El suicidio es una manera fácil pero es la opción incorrecta. La vida es hermosa. Sí, puede tener altos y bajos; todos tienen sus malos días. A veces la gente pasa por momentos difíciles en sus vidas, como probablemente lo estés haciendo ahora, pero los malos tiempos vienen y se van. Es posible que no veas la luz en tu vida pero está ahí. No importa lo difícil que la vida se vuelva, nunca te rindas contigo mismo, o con tu vida. Toma un minuto y piensa: Si te suicidas ¿qué se sentirán y harán las personas que amas?¿No puedes pensar en nada? Bueno te diré: lágrimas, lágrimas y más lágrimas. Devastación. Culpa. Dolor. Quebrados. Arrepentidos. Miserables. Si después de leer esto sigues teniendo ganas de suicidarte hay personas que pueden ayudarte. Profesores, padres, abuelos, vecinos, adultos, ¡TODOS CONTRA EL BULLYING! Todos estarán para ayudarte, así que por favor, piénsalo bien antes de cometer un error que no tiene solución. Y, ahora que me dices? :( Leelo muchas veces, ¡así te queda bien grabado! Eres una persona unica, te necesitamos aca, ¡en serio! Para lo que necesites, para lo que quieras estoy acá, si te tienes que descargar, contar cosas, y no sabes con quien aca estoy a cualquier hora, en serio :) no lo dudes para nada! Aunque ni me conozcas si? Todo lo que tu, haces bueno, todo vuelve, así que todo el amor que tu le das a tus ídolos, te aseguro que te va a volver! Todos los adolescentes en un momento, pensamos, en que nos queremos morir, o algo así pero estamos tan equivocados! Espero, que esta carta te llegué al corazón.

                                                                                                                                                                                                                     

Lo leí ayer en una pagina del facebook y la verdad me ha echo llorar sin parar. Llorar por toda esa gente que sufre lo mismo. ¿Como hemos podido la sociedad llegar a este punto? ¿Donde cada cualidad de nosotros lo ven como un defecto? Todos somos hermosos a nuestra manera, y porque alguien nos diga que no eso no cambia las cosas, porque no somos perfectos, la perfección se la dejamos a los dioses, decimos mentidas, nos equivocamos, nos equivocamos de tal manera que no conseguimos ver la vida en su forma más bella. Solo decir que no os rindáis, seguid luchando porque la vida siempre ofrece una segunda oportunidad, por lo lejos que esté,  siempre llegareis a alcanzarla, solo necesitáis ser fuertes.
¡Un beso enorme!

lunes, 10 de septiembre de 2012

Rincón del escritor


Yo, yo misma y el mundo
Desde muy pequeña me gustaba sentarme al lado de la ventana y escuchar el ruido de la lluvia, me gustaba como la nostalgia invadía mi cuerpo y no existía nada más que las gotas y yo. Aun sigo con esa manía, pero noto que cada vez se va perdiendo con el paso del tiempo, quizás porque he madurado y vi el mundo como era realmente, sin príncipes azules ni hadas del bosque , ¿pero porque necesitamos un cuento de hadas mientras podemos crear nuestro propio cuento?
Hoy me doy cuenta que aveces la velocidad que va el mundo nos supera y por mucho que intentamos alcanzarla necesitamos tomar un descanso, desviarse del camino y contemplar un poco el paisaje. Dejar que se vaya sin ti por un rato. Es difícil, yo misma lo se, pero creo que vale la pena intentarlo. Sobretodo en esos días en que sientes que todo se te viene encima, que la presión del mundo te esta aplastando y no te deja respirar, por eso aturate, deja que el mundo gire sin ti, y concentrate solo en tu misma, ya recuperaras el trayecto mañana.                   Nadie dijo que la vida era fácil, pero tampoco dijeron que no hay soluciones para eso. La felicidad no depende de esas grandes cosas si no de esos pequeños detalles que te alegran el día, como cerrar los ojos sintiendo las frías gotas resbalando por tu piel, como ir a un lugar alto y sentirte el rey del mundo mientras el viento te revuelve los cabellos, dime ¿eso no merece la pena?
En esos momento en que solo te da ganas de llorar, y digo yo ¿porque no lloras? acaso algo te lo impide? ¿Acaso las lagrimas no están echos para eso, para sacar todo lo que tienes que sufrir a fuera? No dejes que el mundo te cambie, tu tienes que cambiar el mundo.


                                             
 ¿Y tu? ¿Qué opinas? ¡No dudes en contármelo!